2004-2016
martes, 29 de marzo de 2016
A mí gato niebla
asumía que siempre estarías aquí
en algún rincón de nuestra casa,
escogiendo el mejor lugar para dormir
ya sea mi cama, el sofá o aquel sillón nuevo del que te percataste en seguida de su llegada, como si fuera para ti.
No había llegado a pensar en lo mucho
que te extrañaría cuando te fueras,
siempre estabas conmigo
compartiendo un lugar cómodo
escuchando mis practicas de piano
y sintiendo el mundo con mis ojos y tú, gustoso lo aceptabas.
Para ti, yo era tu mundo,
me amaste antes de que yo me diera cuenta,
te ganaste todo mi amor, mi cariño
por tu forma tan peculiar de ser,
lo diste todo y me enseñaste
el amor incondicional
porque aún que algunas veces te regañe
me perdonabas en el momento en que te hablaba.
Mi gato hermoso, de verdad te ame
como a ninguno, hice lo que pude,
jamás te abandone, aún que así lo sintieras cuando te deje para que te atendieran,
tenía la esperanza de que regresaras feliz a vivir conmigo otro ratito,
pero llegue tarde y no pude verte con vida para darte las gracias por estos 12 años juntos.
¿A donde te fuiste? No lo sé,
solo estaba tu cuerpo extendido
ya sin aliento, ya sin dolor.
fue rápido aquel instante de agonía
en que se te vinieron de golpe
todas las estrellas.
Hoy te digo adiós mi gatito hermoso,
el más hermoso que mis ojos pudieran ver.
Te vas mi fiel amigo a ¿dónde?
no lo sé, pero estarás guardado
en mi corazón por siempre,
te recordaré desde mi tristeza
y en medio de mis lagrimas mi corazón
te besara donde sea que te hayas ido.
Lunes 28 de marzo del 2016
JCR
2004-2016
sábado, 26 de marzo de 2016
Desde mi interior
con ojos muy abiertos de asombro,
temblando está por salir
para echarse a correr
desgarrando todo a su alrededor
en un ahogado grito de aullido desesperado hasta arrancar varios mechones de cabello que cubren mi cabeza,
para luego caer al suelo en un mar de lagrimas que me arrastran a la puerta del infierno, donde la razón se perdió en medio de mi pecho afligiendo mi corazón con sus latidos sin ritmo, mis piernas se derriten y mis brazos inmóviles hacen que sea un gusano ciego
que se retuerce en todas direcciones
hasta que por fin puedo pararme
y regresar de nuevo a mi amado interior.
JCR
26-03-16
Suscribirse a:
Entradas (Atom)